La Comisión Europea publicó un informe para analizar las consecuencias de la implementación del Reglamento general de protección de datos, adoptado en abril de 2016 y aplicable en los Estados miembros desde mayo de 2018. La evaluación es, en términos generales, positiva, aunque el informe señala que es necesario realizar más progresos en una serie de ámbitos. En cuanto a la actualización de la legislación nacional para que esté en línea con las nuevas normas de la UE, todos los Estados miembros salvo Eslovenia, Grecia y Portugal han adaptado su legislación. En el ámbito empresarial, el informe apunta que las empresas están adaptando sus prácticas para incrementar la seguridad de sus datos, haciendo de la privacidad una fuente de ventaja competitiva. La Comisión Europea señaló que continuará apoyando a las empresas, especialmente a las PYME, en la aplicación de las normas. Respecto a las autoridades nacionales, estas están cooperando en mayor medida en el Comité Europeo de Protección de Datos, registrándose, a finales de junio de 2019, 516 asuntos transfronterizos gestionados por el mecanismo de cooperación. Aun así, entre otros aspectos, la Comisión Europea aboga por mejorar el liderazgo del Comité, y que las autoridades nacionales mejoren su colaboración realizando, por ejemplo, investigaciones conjuntas. Asimismo, la normativa actual de la UE en protección de datos sirve como referencia a otros países del mundo para modernizar sus normas en este ámbito. Por ello, la Comisión Europea continuará intercambiando información y mejores prácticas con estos países. Como próximos pasos, la Comisión Europea presentará en 2020 un informe para evaluar los progresos tras dos años de aplicación del citado Reglamento.